miércoles, 28 de septiembre de 2011

La desglobalización una cruda realidad


Durante la última década la palabra de moda ha sido la globalización la cual se había caracterizado por ser un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que permitió la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Gracias a lo anterior vivimos en un mundo sin barreras, libre movilidad de capitales y personas, lo que había permitido que según cálculos más de 200 millones de trabajadores salieran de sus países de origen en busca de un trabajo mejor remunerado y con mejores condiciones. Todo lo anterior parecer que ha llegado a su fin o al menos ha menguado su crecimiento a nivel mundial, debido a la crisis que hubo en el año 2008 en los Estados Unidos y que contagio el resto del mundo. Esos efecto secundarios para algunos son casi increíbles, ya que nunca se pensó que un país como Estados Unidos que siempre se ha beneficiado de la mano de obra calificada que viene del exterior hacia su territorio ahora diseñe leyes que prohíban contratar extranjeros al dentro de las empresas en las cuales el estado ha puesto dinero para rescatarlas luego de la crisis financiera. Además medidas como la reducción de los permisos laborales para personal calificado paso de 195.000 a 65.000 lo cual En opinión del prestigioso economista hindú Jadish Bhagwati, “esta restricción laboral le impide a Estados Unidos hacerse al mejor talento global, punta de lanza de la competitividad internacional de nuestra era.” 

Estas medidas restrictivas para algunos analistas que están pro de la globalización me incluyo en ese grupo, parecen ser medidas de desesperación, sin razón y sin algún sentido claro, pues en un mundo globalizado el país que cuente con mayor mano de obra calificada podrá ufanar de contar una mayor competitividad en creación de empresas y desarrollo de nuevos productos y/o servicios que tal vez otros países no hayan desarrollado por no contar con tal mano de obra especializada y educada. 

En otras latitudes ocurre algo similarmente escalofriante e inoportuno. Países como Malasia y Arabia Saudita direccionan a los empresarios locales para que despidan primero a los empleados extranjeros en los casos en que sea necesaria una restructuración económica. Esto es tal vez pensando en generar empleo para sus locales pero están olvidando que las personas que han trabajado en esas empresas también lo necesiten y tiene igual derecho que los locales. Estas medidas podrán ser tomadas como una discriminación y una violación al derecho de un trabajo digno, al cual todos los seres humanos tenemos derecho. 

Estas medidas coercitivas deberían ser cambiadas por unas medidas más inteligentes, que apoyen a las empresas y a sus trabajadores a crear más puestos de trabajos, ya sea por incentivos fiscales o por otros beneficios. Si permitimos que el mundo se desglobalize estamos permitiendo que la humanidad y la integración de este mundo retroceda, lo cual sería un fracaso para la humanidad.

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