El orden económico mundial ha cambiado, la más reciente crisis económica mundial que inicio en estados unidos en el año 2008, ha dejado estragos a nivel mundial, es la crisis con mayor transcendencia en todo el siglo XX. Es difícil pronosticar cuándo cesaran los efectos de esta gran crisis en las diferentes economías o cuando sucederá otra gran recesión, y mucho más difícil saber cuándo explotara crisis política en cualquier país.
Por otro lado en los últimos meses de este año, hemos venido observando como la como la anterior frase no es tan del todo cierta. Ya que observando ciertos factores económicos y sociales, pueden generar descontento en la población, lo cual podría desatar la próxima crisis.
Un ejemplo muy claro de lo anterior es La crisis política del medio oriente, que comenzó en Yemen, debido a descontento de la población hacia sus líderes políticos, se ha esparcido hacia otros países como Túnez y Egipto, este ultimo término con la dimisión de su presidente, el cual llevaba 30 años en poder. Este resultado ha llevado a que otros países árabes se unan a esta revolución que tiene como fin, llevar a sus países a la democracia. Es muy temprano para decir cuándo va a terminar estas protestas, que se están esparciendo como pólvora en el mundo árabe, pero si podemos imaginar cómo va a terminar, con la dimisión de los presidentes perpetuados al poder.
Por otro lado, es foco de atención las dificultades que está teniendo la zona euro para salir de la crisis económica, que ha dejado millones de personas sin trabajos, empresas en la quiebra, bancos nacionalizados, pérdida calidad de vida, entre otros efectos.
Europa está paralizada, no ha sabido responder con las reformas necesarias para salir rápidamente de la crisis económica, que está afectando a España e Irlanda con la explosión de las burbujas de la construcción y el crédito hipotecario , Grecia y Portugal con peligrosos déficits y amenaza con afectar otros mas, lo cual pone a temblar la eurozona, Si no se corrigen los factores que han provocado la crisis en el sistema financiero, y no se han corregido, podemos estar incubando la siguiente crisis.
En general, la eurocrisis revela dos choques: uno entre los países austeros y los gastadores y otro, una fisura, entre las dos naciones pilares de la Unión: Francia y Alemania. Los germanos quieren esta vez mecanismos más rígidos de control del gasto y una vigilancia más estricta. Hoy se disputan el poder macroeconómico en el Viejo Continente: Berlín, sede del gobierno alemán, y Bruselas, sede de la Comisión Europea. Mientras Berlín quiere disciplina, Bruselas, cercana a Francia, busca el tradicional consenso y la solidaridad de la eurozona. No es claro todavía quién ganará, pero este pulso debilita la respuesta coordinada de los europeos a la crisis que hoy experimentan.
La crisis política ha causado un efecto dómino en el medio oriente, al igual que la crisis en estados unidos realizo el mismo efecto que hasta el día de hoy, seguimos observando sus efectos.
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